miércoles, 16 de marzo de 2016

FOBIA





Es un término que proviene del griego y su aplicación está vinculada al miedo. Para estar en presencia de un cuadro fóbico, según se desprende de su definición, se tiene que registrar un temor irracional compulsivo o bien experimentar una aversión obsesiva, ya sea hacia un objeto, una situación, un insecto o una persona, entre otros.

Es un miedo progresivo e irracional a un determinado objeto, animal, actividad o situación que ofrece poco o ningún peligro real.
Causas



Las fobias específicas son un tipo de trastorno de ansiedad, en el cual una persona puede sentirse extremadamente ansiosa o tener un ataque de pánico cuando es expuesta al objeto del miedo. Las fobias específicas son un trastorno psiquiátrico común.

Las fobias comunes son, entre otras, el miedo a:

Sangre, inyecciones y otros procedimientos médicos
Ciertos animales (por ejemplo, perros o serpientes)
Espacios encerrados
Volar
Lugares altos
Insectos o arañas
Relámpagos
Síntomas

Estar expuesto al objeto de la fobia o incluso pensar en estar expuesto a dicho objeto provoca una reacción de ansiedad.

Este miedo o ansiedad es mucho más fuerte que la amenaza real.
Se puede experimentar sudoración excesiva, tener problemas para controlar los músculos o las acciones o frecuencia cardíaca rápida.

Usted evita situaciones en las cuales se puede presentar contacto con el objeto o animal que causa el miedo, por ejemplo, evitar conducir a través de túneles, si estos son su fobia. Este tipo de evasión puede interferir con el trabajo y la vida social.

Tratamiento

El objetivo del tratamiento es ayudarle a desempeñarse de forma efectiva y su éxito por lo general depende de la gravedad de la fobia.

La desensibilización sistemática es una técnica utilizada para el tratamiento de las fobias. A usted se le pide relajarse, luego imaginar los componentes de la fobia, trabajando desde el menos hasta el más temido. Igualmente, se ha utilizado con éxito la exposición gradual a la situación de la vida real para ayudar a las personas a superar sus miedos.

Las causas de la aparición de una fobia no siempre están claras. La mayoría de ellas tiene su origen en la infancia, si bien no deben confundirse con los temores infantiles normales que van superándose conforme madura el niño. Las fobias persisten en la edad adulta e incluso se pueden incrementar, aun cuando el paciente es consciente de que sus temores son irracionales y sin fundamento

Los ansiolíticos y antidepresivos se usan algunas veces para ayudar a aliviar los síntomas.

La terapia conductual se usa generalmente junto con terapia farmacológica. Esto puede abarcar:

Terapia cognitiva conductista, incluso el hecho de aprender a reconocer y reemplazar los pensamientos que causan pánico
Exposición
Imágenes mentales placenteras
Técnicas de relajación

El tratamiento conductual parece tener beneficios duraderos.

Otros tratamientos pueden reducir la cantidad de ataques, como:

Hacer ejercicio de manera regular
Dormir bien
Disminuir o evitar el consumo de cafeína, algunos medicamentos de venta libre para los resfriados y otros estimulantes

En algunas áreas, hay disponibilidad de clínicas para casos de fobias y terapias de grupo para ayudar a las personas a enfrentar fobias comunes, como el miedo a volar.

Las fobias tienden a ser crónicas, pero pueden responder al tratamiento.
Posibles complicaciones. Algunas fobias pueden tener consecuencias que afecten el desempeño laboral o el desenvolvimiento social. Algunos ansiolíticos utilizados para tratar las fobias pueden causar dependencia física.

Existen diversos tratamientos indicados para ayudar a quienes padecer de fobias, y dependiendo de cada caso algunos son más adecuados que otros. Desde el psicoanálisis hasta las terapias conductistas, desde el tratamiento por aproximación gradual a la fuente de los temores hasta hipnosis, pasando también por una amplia gama de medicamentos para controlar la ansiedad y psicofármacos, las opciones de tratamiento son muy variadas. De cualquier manera, hay que evaluar a cada paciente en particular, porque lo que funciona en algunos casos podría no ser bueno en otros, e incluso resultar contraproducente. Por ello, a la hora de tratar una fobia  en la decisión siempre debe intervenir un profesional (un médico, un psicólogo o un psiquiatra).

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