domingo, 13 de marzo de 2016

LA HIPNOSIS. REALIDAD O MENTIRA





La hipnosis, que proviene de un término griego que significa “adormecer”, refiere al estado o la condición que genera el hipnotismo. Éste, a su vez, es un procedimiento que consiste en inducir a una persona a la somnolencia.

Estado de inconsciencia que se logra por sugestión y que se caracteriza por la sumisión de la voluntad de la persona a las órdenes de quien se lo ha provocado

Se dice que la hipnosis es una condición fisiológica que hace que una persona pueda actuar de manera inconsciente según lo que le ordene el hipnotizador. Hay que aclarar, sin embargo, que los resultados obtenidos en cada caso dependen en gran parte de la predisposición de los individuos.



 Dado su cuestionable uso en espectáculos de magia y mentalismo, la percepción general del hipnotismo no lo posiciona como un tema serio y, mucho menos, como una ciencia. A menudo considerado subciencia, existen numerosos libros tanto instructivos como historicistas que abordan este fenómeno que despierta un sinnúmero de preguntas, aun en los más escépticos. Una vez más, estas fuentes no resultan del todo confiables, dado el carácter mediático y sensacionalista del hipnotismo en la sociedad.


Diferencias con la autosugestión

También conocida como autohipnotismo, está asociada a la repetición de actos o frases con el objetivo de modificar la propia mente. El mecanismo consiste en lograr que una idea forme parte de nuestro inconsciente, de nuestra concepción de la realidad. Si bien es posible encontrar similitudes, en casos en los que se utilice para dejar de fumar o para eliminar malos hábitos, la autosugestión puede también ser un proceso involuntario que nos lleve a la autodestrucción.

Encontramos claros ejemplos en personas que se desprecian a sí mismas, que no aceptan su cuerpo, que se creen desagradables para los demás, sea por su físico o su personalidad. Estos individuos se dicen a sí mismos una y otra vez que no valen, que son indeseables, y acaban por creer sus palabras.

La hipnosis, la terapia y la Programación Neurolingüística

Hipnosis Fuera de circos y teatros, la hipnosis ha demostrado ser muy eficaz en tratamientos contra el tabaquismo, fobias de todo tipo, la obesidad, así como para combatir dolores y estimular la atención y mejorar la memoria. A menudo en no más de un par de sesiones, este procedimiento puede desarraigar miedos y sensaciones de rechazo que dificulten la vida de una persona. Asimismo, alterar la percepción de un estímulo físico que solía asociarse con un gran dolor, convirtiéndolo en un daño más soportable por el individuo.

Y aquí nos cruzamos con un concepto muy popular desde la década de los ’70: la PNL o Programación Neurolingüística. Éste surge gracias al trabajo de Richard Bandler (informático) y John Grinder (psicólogo y lingüista) y describe la posibilidad de cambiar la percepción que el cerebro tiene de la realidad, alterando por consiguiente su reacción frente a diferentes estímulos y situaciones.

Si tomamos en cuenta que cada persona ve el mundo de forma particular, entendemos por qué ciertas frases resultan graciosas para unos y aburridas para otros, así como, en un plano más profundo, ciertas imágenes pasan desapercibidas para algunos pero bloquean emocionalmente a otros.

La PNL puede actuar sobre los traumas, logrando que el paciente reviva los recuerdos, los reinterprete con su mente indefectiblemente más madura y los vuelva a almacenar. Según estudios, actualmente resulta imposible borrar una porción de la memoria, y ésta es la única forma, descubierta hasta el momento, de ayudar a aquellas personas que viven atormentadas por un pasado horrible, el cual desecharían si tuvieran la oportunidad.

Asimismo, este tipo de terapia consigue resultados muy positivos para reforzar la confianza en uno mismo. A menudo se aplica en pacientes con problemas de autoestima, ofreciéndoles una visión mucho más positiva de su persona y demostrándoles, o permitiéndoles descubrir, aquellas virtudes que han relegado por años.

Teorías acerca de la hipnosis

La hipnosis es protagonista de numerosas, diversas y contradictorias teorías, algunas enfocadas en la actividad cerebral, y otras que la ubican en el terreno de lo fenomenal. Además, existe una clara división entre quienes creen que durante el estado de hipnotismo prevalece la conciencia y quienes lo niegan rotundamente.

Destacan las siguientes:

Las teorías de disociación, que sostienen que la hipnosis se alcanza a través de un corte o separación de ciertos elementos del plano consciente.

La teoría informacional que, por su parte, afirma que la hipnosis incrementa las capacidades de una persona para recibir un mensaje, lo que permite que éste llegue de manera más definida.

La teoría de la construcción social, también conocida como teoría del rol, que asegura que el hipnotizador consigue que el hipnotizado se compenetre con un rol y actúe dentro de una especie de realidad paralela.

La teoría de la hipersugestibilidad, que indica que el hipnotizador logra imponerse sobre la voz interna de la persona ya que su atención se limita.

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